jueves, 29 de abril de 2010

¡LABATAMANTA!



Y las mejores frases xDDDD:
"Abra Kadabra, tápate guarra" "Leyendo crepúsculo hasta echar la pota" "Róbale el perro del vecino y... ¡cometelo a la brasa!" "Tocarla da más grima que el bigote de tu prima" "Guapaaa, es broma" "Hoy follas, carcamal" "Un cacharro que hace luz para que puedas leer agusto la biografía de tu puta madre"

miércoles, 28 de abril de 2010

Portadas de libros reeditadas


martes, 27 de abril de 2010

Estropeando momentos míticos de películas




miércoles, 21 de abril de 2010

Chistes de abogados, de restaurantes, de putas y de tu madre


Dos niños presumiendo de sus papás:
- Mi padre es mejor que el tuyo.
- Bueno, pues mi madre es mejor que la tuya.
- Si, creo que tienes razón, mi padre dice lo mismo.

Mama, mamá en el colegio me llaman hijo de puta.
La madre le responde: "Mierda, me han pillado."
¿Por qué Dell no puede fabricar un ordenador pequeñito?
Porque sería un dell-ito.
¿Cuál es la verdura que le habla a los pollitos?
El apiopiopio.
¿En qué se parece un luchador argentino a una vaca?
En que la vaca da leche y el luchador dice dale che.
¿Por qué un gallego cuelga un preservativo en la ventana?
Para que no entre el polvo.

jueves, 15 de abril de 2010

Relato - El doble de Ballard (2ª parte)

Ballard se despertó en mitad de la noche. Su corazón palpitaba fuertemente y le dolía el costado izquierdo. Se levantó la camiseta y vio la gran cicatriz donde tiempo atrás se situaba su hermano. Extrañamente lo sentía más cercano que nunca desde que se había ido. En ese momento tuvo un presentimiento. Sabía que estaba cerca, que lo observaba. Se quedó sentado en la cama, mirando fijamente la puerta de su habitación. Esperaba que de repente apareciese su hermano, dispuesto a matarlo a cuchilladas, pero no pasó nada. Se quedó en silencio en la oscuridad.

La noche había sido larga. Consiguió dormir algo debido al gran cansancio que sentía. Cuando llegó a comisaría el jefe Powell le estaba esperando en su mesa.

–Ballard, tenemos trabajo –Se levantó y le condujo a su despacho.

–Señor, hablé con el médico...

–De eso quiero hablarte, siéntate.

Ballard se sentó y miró a Powell. Percibía cierta negatividad en su forma de hablar.

–Esta mañana han encontrado al médico asesinado en su casa. El mismo modus operandi.

–¿Alguien vio algo...?

–Al parecer vieron a alguien con sombrero y ropa negra rondar por la casa.

–¿Seguro que no era una careta o algo parecido?

–Me da igual si es tu hermano o un tío con una máscara, sólo quiero que lo encontréis.

–¿Por qué no me mata de una vez? –Ballard se sentía desesperado ante la situación, quería respuestas. Si no era su hermano quería saber quién estaba haciendo aquello y sobre todo por qué.

–Está jugando contigo. Quiere divertirse antes de matarte. Quiere verte sufrir.

–¿Sabe qué es lo más irónico?

–¿Qué?

–Que eso es justo lo que haría mi hermano.

miércoles, 14 de abril de 2010

Relato - El doble de Ballard (1ª parte)


Cuando Jim Ballard entró en la estancia vio un reguero de sangre en el suelo. Sabía que las cosas iban mal, sabía que lo que iba a encontrar al doblar la esquina del salón no era nada bueno. En la ventana se reflejaba la luz de las sirenas de los coches de policía que esperaban abajo. Respiró hondo y se aventuró a avanzar hacia la oscuridad de la sala de estar. El cuerpo de un hombre colgaba del techo boca abajo. Un riachuelo rojo recorría su cuerpo de arriba abajo. Una mezcla de mal olor y desagrado invadió el estómago de Ballard, que se dio la vuelta y volvió con sus compañeros.
–Debe llevar muerto dos días por lo menos –comentó Ballard a los demás agentes.
–Le conocías, ¿no? –le preguntó Powell, su jefe.
–Era mi informante. Quizás alguien descubrió que me estaba pasando información...
Los forenses bajaron el cadáver del techo y lo pusieron en una bolsa. Miranda, la forense, se fijó en las puñaladas del pecho. Le abrió la camisa y vio una palabra escrita a cuchilladas en su pecho: Ballard.